¿Qué es la limpieza en el proceso de restauración de porcelana ?
Según el tipo de suciedad, la naturaleza de la pieza y sus componentes, se elegirá el método de limpieza y los materiales a utilizar.
Para llevar a cabo este tratamiento de restauración de porcelana es necesario conocer los materiales originales.
Así como la composición del material a eliminar, y las nociones de química y física necesarias en la aplicación de los productos y métodos adecuados.
Además de la experiencia necesaria para distinguir los diferentes niveles de acción.
La limpieza en la restauración de porcelana puede realizarse en seco o con disolventes.
La limpieza en seco, o limpieza mecánica, permite eliminar las partículas sólidas, y se realiza antes y durante las operaciones de limpieza química.
Mediante el uso de un bisturí, se elimina la suciedad y las partículas.
La limpieza con disolventes tiene la capacidad de disolver la suciedad y puede complementarse con la limpieza mecánica.
Es importante realizar una prueba de disolventes antes de la limpieza, eligiendo lugares ocultos de la pieza, para evitar la eliminación de la decoración de la misma.
Limpieza mecánica
El depósito de suciedad -como el polvo, las telarañas y los restos de animales, en la superficie de la pieza o en las grietas y salientes de una obra- retiene la humedad del aire.
Una simple capa de polvo puede convertirse en una costra más resistente.
Por este motivo, la primera acción por la que deben pasar las obras es la limpieza mecánica, un proceso que consiste en la eliminación en seco de estas partículas sólidas.
Esto se hace con la ayuda de pinceles, brochas de cerdas finas o espátulas.
En el caso de las piezas abiertas, también debe observarse el interior de las mismas.
En las piezas más delicadas, el pincel debe pasar suavemente por la superficie, las esquinas y los salientes de la obra.
En las piezas más resistentes, se puede utilizar un cepillo de dientes o una aspiradora para limpiar las ranuras o hendiduras.
Limpieza con disolventes
En este proceso se prueban varios disolventes para conseguir los mejores resultados de limpieza.
Antes de los procedimientos, es necesario realizar pruebas con bastoncillos de algodón, humedecidos en una solución de agua y detergente neutro, en pequeñas zonas de la obra.
Si no hay daños en las piezas, puede optar por este tipo de limpieza química.
Instrucciones
Con un trozo de algodón envuelto en el extremo, el palo de madera o bambú se sumerge en una solución de agua y detergente neutro y se frota cuidadosamente sobre la pieza.
Este algodón debe cambiarse constantemente para que se mantenga limpio.
Para trabajos de mayor envergadura, la solución de agua y detergente puede aplicarse con la ayuda de un pulverizador, y el frotamiento debe realizarse con cepillos de cerdas más resistentes.
Una vez superada esta fase, se debe eliminar la humedad restante en la obra con un algodón seco o un paño de algodón.
Cuando queden excesos o en casos de partículas más calcificadas, se puede utilizar el bisturí para raspar (siempre con cuidado para no rayar la superficie).
Si la limpieza con detergente neutro y agua no resulta eficaz, se utiliza el mismo procedimiento de prueba con otros disolventes.
En el siguiente vídeo se puede observar un proceso de limpieza con alcohol etílico y acetona pura a partes iguales.
Objectivos del curso en línea Conservación y Restauración de Porcelanas y Ceramicas
Vamos a conocer los procesos de alteración y sistematizar los métodos y técnicas de intervención en restauración de porcelanas e otros materiales ceramicos.
Se utiliza un método activo, ilustrado con imágenes y vídeos tutoriales de las distintas fases de intervención.
