¿Qué está comiendo su colección de libros ?
Los libros y documentos pueden sufrir graves daños provocados por ataques de origen macro o microbiológico: en el primer grupo se incluyen roedores, aves, murciélagos e insectos; En el segundo grupo se incluyen bacterias, hongos y otros microorganismos.
En este artículo de Diana Bencatel y Geraldine García vamos a ver qué insectos que más a menudo atacan la coleccion de libros y muchas veces las destruyen. Y formas simples de detectar su presencia.
Incluye un modelo de «trampa para insectos» que puede realizar en casa.
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¿Qué está comiendo su colección de libros ?
Insectos
Son responsables de graves daños en libros y documentos diversos tipos de insectos, entre los que se destacan:
Cucaracha
Daña sobre todo papel y cuero.
Puede saber más sobre este insecto AQUI.
Pececillo de plata
Ataca sobre todo papel revestido con cola animal, alimentándose también de colas de almidón, textiles y encuadernaciones de cartón. El daño causado es visible por el desgaste en la superficie de los materiales, pudiendo originar, en casos más extremos, roturas y lagunas. Este insecto se encuentra más activo durante la noche y en lugares calientes y oscuros, causando daño en todas las fases de su vida
Piojo del libro
Este pequeño insecto ataca sobre todo las colas orgánicas y las pieles. Prolifera en ambientes húmedos, alimentándose también de hongos.
Carcoma (anobium punctatum)
Este insecto ataca papel y cartón, haciendo agujeros circulares y galerias, semejantes a los que hace en la madera. Los insectos adultos colocan sus huevos en el interior de orificios ya existentes, tardando entre 3 a 4 semanas en eclosionar, generalmente a finales del verano o comienzos del otoño. Son las larvas (que pueden permanecer en este estado hasta 5 años) que causan daño, devorando libros y documentos. Dado que se encuentran en el interior de los materiales de que se alimentan, muchas veces su presencia sólo se nota cuando el daño se encuentra bastante avanzado
Como detectar lo que está comiendo su colección de libros
Para detectar convenientemente cualquier escenario de infestación, es necesario saber de qué se alimentan los organismos, dónde se refugian y cuál es el ambiente propicio para su presencia y proliferación.
El primer paso para la detección precoz de la presencia de insectos consiste en la monitorización continua de los espacios y acervos, en particular mediante la utilización de trampas.
La cantidad de insectos que quedan atrapados en las trampas no ayuda a erradicarlos, sino ayuda a percibir si se está ante una plaga o no. Muchas veces es gracias a estas trampas que se detecta, de forma indirecta, la existencia de problemas en el edificio que estarán contribuyendo al aumento de la presencia de insectos.
Descargar modelo de Trampa para insectos
Las trampas pueden ser colocadas en varios puntos de la sala o depósito, junto a las paredes, incluso debajo de estanterías o muebles, en número apropiado al tamaño del espacio (podrán bastar dos, colocadas en paredes diferentes, si es un espacio pequeño, por ejemplo).
Las trampas deben ser numeradas y su ubicación registrada en una planta del espacio. Se deben reemplazar siempre que presenten una cantidad considerable de insectos, mucho polvo o grandes deformaciones (por ejemplo, debido a la humedad).
La verificación de las trampas debe hacerse al menos una vez al mes, señalando con una pluma la zona donde los «nuevos» insectos quedaron atrapados (de modo a no contarlos en la verificación siguiente) y registrándose el tipo y el número de los insectos retenidos en cada trampa.
También se recomienda:
Comprobar regularmente los propios libros y documentos, para identificar la posible presencia de larvas, huevos y excrementos (que en el caso de la carcoma se asemejan a pequeños montículos de serrín) en el interior, sobre los volúmenes o cerca de ellos.
