La mujer en el Antiguo Egipto
La mujer en el Antiguo Egipto era considerada la base de la familia egipcia (matrimonio e hijos) y dueña del ámbito doméstico, nbt pr (dueña de la casa). Lo que implicaba, que no solo era responsable de las tareas domésticas, sino que también era la que gestionaba el servicio, administraba los bienes de la casa y la economía[1].
Asimismo, tenía plena capacidad para gestionar todo el patrimonio (el de la casa y el suyo): podía comercializar a pequeña (en el mercado para satisfacer las necesidades de la familia= intercambio de productos) y gran escala (grandes transacciones como la compraventa de esclavos) (Pérez Largacha, 2004)
educación de los hijos
Igualmente, otro de los aspectos en los que destacó el papel de la mujer dentro del núcleo familiar, fue en la crianza y educación de los hijos, puesto que en las clases más bajas era ella la que se encargaba de proporcionarla. Mientras que en el ámbito cortesano, los príncipes/princesas que residían en el ipet-nesut (residencia de las esposas e hijos del faraón) aprendían a leer y escribir de la mano de tutores.
En el caso de las niñas, también eran instruidas en la música, la danza…Pero, dejaban la educación a una edad más temprana que los niños (educados en materia militar). (Parra Ortíz, Gugel, Olbés y Navajas, 2008)
matrimonio
Por otro lado, en lo que respecta al matrimonio (fundar una casa), se debe tener en cuenta que, por lo general, éste se realizaba a través de contratos matrimoniales en los que se establecían una serie de cláusulas: gestión de bienes, indemnización por separación, establecimiento de herederos, acuerdos de dotes (shep en sehemet) y que la finalidad de éste era tener descendencia. (Sen Montero, 2006)
Asimismo, podían darse matrimonios simples (la mayoría) matrimonios múltiples y el concubinato (la minoría): podía haber una primera esposa o señora de la casa (nbt pr), segundas esposas y, por otro lado, concubinas (anjet/ concubina del señor de la casa). Estas últimas, eran siervas o esclavas que eran compradas como cautivas de guerra. Por lo que el estatus de las concubinas dentro de la familia seguía siendo inferior, eran esclavas no esposas. Únicamente podían cambiar su rol si el señor de la casa la adoptaba (manumisión), pudiendo convertirse en esposa si la primera esposa daba su beneplácito. (Rivas Martínez, 2020)
Matrimonio/divorcio
En cuanto al divorcio (la partida/salida), se realizaba comunicándoselo al cónyuge y delante de testigos. Una vez roto, la mujer solía abandonar la casa para volver a la de los padres, con las propiedades que había aportado al matrimonio e incluso a veces con algún tipo de indemnización (sobre todo cuando era repudiada).
En lo que respecta a los motivos alegados, los más comunes fueron tres: incompatibilidad, esterilidad y adulterio. Los dos últimos, fueron especialmente agresivos para la mujer, en el sentido de que una mujer estéril no estaba bien vista en la sociedad (ya que una de sus funciones era tener descendencia) y a que a las mujeres casadas no se las permitía ningún tipo de desvío sexual. Llegando a emplear el castigo físico sobre ellas, como se plasma en “La historia de los dos hermanos” (en dónde la mujer infiel es asesinada). (Parra Ortiz, 2011)
Aunque, los malos tratos hacia las mujeres eran denunciables por alteración de maat, pero no fue lo más común:
Año 20, tercer mes del verano, día 1: Día que el trabajador Ame-em-ope compareció ante el tribunal: En cuanto a mí, mi marido (…). Entonces me pego, me pego (…). E hice que trajeran a su madre, él (…). Se encontró que no tenía razón (…). Óstracon Nash 5, Deir el-Medina.
Igualmente, tenemos los restos de una mujer de unos treinta años (Abidos, R.Medio) que pudo ser víctima de malos tratos, debido a las patologías que ofrece su cuerpo: mano izquierda, muñeca izquierda, radio/cúbito fracturados y fisura entre la quinta/sexta costilla izquierdas realizada con un objeto cortante que le produjo la muerte. Ante estas evidencias, los paleopatólogos llegaron a la conclusión de que debió morir asesinada tras toda una vida de malos tratos. (Parra Ortiz, 2011)
Por otro lado, poseemos casos de violencia psicológica en un óstracon (Deir el-Medina) que recoge el caso de un marido que expulsó varias veces de casa a su mujer, para imponer su autoridad y hacerla sentir que dependía de él:
Su mujer pasó cuarenta días viviendo conmigo en mi casa, y la alimenté (…). Y él la expulsó otra vez, y ella pasó veinte días en casa de Menna, al que di alimentos.
[1] Las funciones variaban dependiendo el estatus social, pues la mujer campesina realizaría más tareas físicas (siembra, recolección, cuidado de hijos…) que la de clase alta. La cual, al tener servicio, quedaba liberada de muchas tareas.
Historia de la Mujer – género
Curso en línea – certificado internacional
Rocio Rivas Martinez
Soy Licenciada en Historia (Universidad Autónoma de Madrid- Egiptología) y en Antropología Social y cultural (Universidad Autónoma de Madrid-Género).Además, poseo un Máster Superior en Recursos Patrimoniales y Turísticos y el Curso Superior de Gestión de Espacios y Proyectos Culturales.
Igualmente, soy redactora de varios medios digitales relacionados con la historia, la arqueología, el arte, antropología y el turismo (Khronos Historiay Anthropologies) y cuento con publicaciones de investigación/divulgación en medios como Tiempo de Historia , Egiptología 2.0, Stilus y Artyhum.
Además, tengo experiencia como guía, en la elaboración de proyectos de difusión cultural, en educación (UnPROFESOR,) y en la ponencia de conferencias (En V Jornadas sobre el Mundo Antiguo. APCA y UAM/ Foro de Historia Local de Torrelaguna).