La restauración del patrimonio se basa en 5 principios fundamentales que garantizan el respeto de la obra de arte y una intervención de restauración correcta.
¿Qué se entiende por restauración del patrimonio y cuáles son los principios básicos de cualquier intervención?
El objetivo de este artículo es responder sucintamente a esta pregunta utilizando conceptos internacionalmente aceptados.
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¿Qué es la restauración del patrimonio ?
Según la definición del, ICOM – Consejo Internacional de Museos, restauración del patrimonio significa.
Acciones sobre el objeto que tienen por objeto restablecer su valor estético devolviéndole su legibilidad y comprensibilidad.
Estas acciones sólo tienen lugar cuando el objeto ha perdido parte de su significado o función por alteración o deterioro.
Algunos ejemplos son:
- reintegración cromática de pinturas.
- montaje de una escultura con lagunas.
- reintegración de lagunas volumétricas.
Así pues, la restauración del patrimonio histórico y artístico es el último nivel de intervención técnica de conservación y restauración y presupone la pérdida de comprensibilidad de la obra.
La conservación preventiva y la conservación curativa son siempre los primeros pasos hacia la preservación del patrimonio cultural.
Para saber más sobre este aspecto, consulte el artículo ¿Qué es la restauración y la conservación?
Evaluación de la necesidad de intervención
Por tanto, las intervenciones de restauración del patrimonio deben estudiarse detenidamente para determinar si son realmente necesarias, respetando al mismo tiempo la obra original.
Siempre debe evaluarse la necesidad de restauración. Y debe comprobarse si es posible llevar a cabo únicamente una restauración curativa para preservar el original.
Así pues, cualquier intervención debe cumplir 5 principios clave.
5 Principios de intervención en la restauración del patrimonio
Estos 5 principios de intervención en la Restauración del Patrimonio consisten en
1 – Compatibilidad con los materiales originales
Compatibilidad con los materiales originales, no produciendo daños físicos ni estéticos en los mismos.
Cuidadosa elección de todos los materiales y productos a utilizar en todas las fases de la intervención para garantizar este principio.
2 – Respeto por el original
Respeto al original, no se pueden falsear, ocultar o inventar partes o zonas inexistentes que distorsionen la lectura inicial de la obra y que fue idealizada por el artista.
En la Restauración del Patrimonio deben evitarse siempre los tratamientos irreversibles.
3 – Intervención mínima
Principio de mínima intervención, realizando sólo lo mínimo necesario, evitando causar estrés físico a la obra y asegurando el mantenimiento de la información histórica y constitutiva de la pieza.
Todas las técnicas y operaciones de restauración del patrimonio se basarán en este principio y las reintegraciones volumétricas y cromáticas se llevarán a cabo cuando exista una referencia clara y cuando esté en juego la lectura estética de la obra, que se decidirá en colaboración con por un equipo interdisciplinar.
Los niveles de intervención deben definirse de antemano y nunca ser decididos únicamente por el técnico restaurador que realiza el trabajo.
La cuestión de la intervención mínima es, por ejemplo, muy importante durante la fase de limpieza. Aunque se considere una operación sencilla, plantea importantes cuestiones éticas.
Hay que tener en cuenta que todo lo que se retira en esta fase no se puede reponer y es irreversible.
Todas las operaciones de restauración del patrimonio se basarán en este principio y las reintegraciones volumétricas y cromáticas se llevarán a cabo cuando exista una referencia clara y cuando esté en juego la lectura estética de la obra, que se decidirá en colaboración con el propietario.
4 – Reversibilidad
Reversibilidad de la intervención (materiales y técnicas), sin dañar el original.
Se respetará el principio de reversibilidad mediante la utilización de materiales y técnicas no sólo compatibles con los originales presentes, sino también reversibles, es decir, cuya removibilidad esté garantizada sin causar daños a lo preexistente.
5 – Reconocimiento
Reconocimiento de la intervención, distinguiéndola del original sin perturbar la lectura y la longevidad de la obra.
Esto es especialmente importante en el caso de las reintegraciones volumétricas o cromáticas. Las técnicas de restauración que se utilicen deben elegirse cuidadosamente para devolver una lectura estética al conjunto de la obra, garantizando al mismo tiempo que las zonas reintegradas sean reconocibles.
Todos los trabajos de intervención de restauración del patrimonio y sus métodos tendrán como principio la lectura estética de la obra en su conjunto, pero tendrán como base de elección su reconocimiento visual como intervención.