Se ha descubierto un nuevo pigmento gris en Pompeya que revela más detalles sobre la civilización romana.
En este artículo, descubrirás el nuevo pigmento gris de Pompeya.
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Pigmentos en Pompeya
Las fuentes históricas más importantes para el estudio del arte romano, y en particular de la historia de los pigmentos romanos, son sin duda las ruinas de Pompeya y Herculano. La repentina erupción del Vesubio que sepultó estas ciudades dejó restos arqueológicos que nos permiten comprender cómo era la vida romana.
Cada nueva excavación en el Parque Arqueológico de Pompeya revela nuevos datos que permiten a los historiadores replantearse la historia de la Antigua Roma y descubren los niveles de sofisticación de esta civilización.
Este es el caso del gris pompeyano, descubierto en 2025.
Gris pompeyano
En 2025 se descubrió este nuevo pigmento en la paleta de la Antigua Roma, que data de entre el siglo III a. C. y el 79 d. C.
El gris pompeyano está compuesto por barita (sulfato de bario) y alunita, una combinación nunca antes vista en la pintura mural mediterránea antigua.
Esta mezcla confiere al pigmento un tono grisáceo con una profundidad cromática única, utilizado por los artistas romanos para dar realismo y volumen a las composiciones pictóricas.
Este descubrimiento amplía la paleta de colores conocida del arte romano y sugiere que los artistas de la época tenían conocimientos avanzados en la creación y aplicación de pigmentos.
La inclusión del gris pompeyano en los frescos indica un nivel de sofisticación artística superior al documentado hasta ahora y un alto nivel de conocimiento en el procesamiento de mezclas químicas.
Para ilustrar esta afirmación, veamos las características de algunos de los pigmentos mejor documentados en Pompeya hasta los últimos descubrimientos y análisis realizados por los arqueólogos del Parque Arqueológico de Pompeya.
Gris
(antes del reciente descubrimiento)
Tono
Gris medio a oscuro, cálido o azulado.
Composición
Ceniza volcánica, carbón vegetal en polvo.
Uso
Fondo neutro para frescos.
Rojo
Tono
Rojo intenso, terroso.
Composición
Cinabrio natural o hematita.
Uso
Escenas mitológicas, paredes principales.
Amarillo ocre
Tono
Amarillo cálido, amarillo dorado.
Composición
Ocre natural (óxidos de hierro).
Uso
Frisos, fondos secundarios.
Negro
Tono
Negro intenso
Composición
Negro carbón, carbón vegetal
Uso
Contornos, fondos
Blanco
Tono
Blanco puro o marfil.
Composición
Cal apagada, yeso.
Uso
Base para frescos.
Azul
El color azul no era habitual en las pinturas romanas antiguas, lo que hace aún más sorprendente el descubrimiento en 2024 de un pequeño santuario en una domus romana en Pompeya con paredes decoradas en azul.
La composición de este pigmento requería un proceso de preparación y mezcla ya de por sí complejo, y sus componentes principales eran la malaquita o la azurita.
Esta secuencia de descubrimientos, combinada con las nuevas investigaciones que están llevando a cabo los arqueólogos, bien podría conducir al descubrimiento de que los romanos utilizaban otros pigmentos y colores que actualmente no podemos imaginar.
Acerca de Pompeya y Herculano
Las ruinas de Pompeya y Herculano narran la historia de casi diecinueve horas de tormento cuando el Vesubio entró en erupción el 24 de agosto del año 79 en la bahía de Nápoles, en la región de Campania, al sur de Italia.
La erupción del Vesubio
La erupción del Vesubio tomó por sorpresa a las poblaciones de Pompeya y Herculano, diezmándolas y provocando el pánico.
Durante la erupción del Vesubio, entre 20 000 y 30 000 personas murieron en los terremotos y los incendios, fueron alcanzadas por la lluvia de piedra pómez durante su huida, aplastadas en sus casas por los techos cargados de piedras y asfixiadas por el humo.
El descubrimiento de las ciudades de Pompeya y Herculano
No fue hasta 1748 cuando se descubrió la existencia de estas ruinas y comenzaron las excavaciones, que continúan en la actualidad.
En cuanto al Vesubio (que entró en erupción por última vez en 1944), en un viaje a Italia en 1816, Johann Goethe dijo: «Muchas catástrofes han ocurrido en el mundo, pero pocas han dado tanta alegría a la posteridad».
El hecho es que, gracias a la lava, las ciudades sepultadas se conservaron durante siglos en excelentes condiciones, lo que ahora nos permite visitarlas y recrear una imagen clara y fiel de cómo sería la vida en la Antigua Roma. Y a medida que avanzan las nuevas excavaciones y los estudios científicos, se descubre más sobre la sofisticación de la civilización romana.