La Natividad de Jesús es uno de los episodios más representados en el arte occidental a lo largo de los siglos
Prácticamente todos los considerados grandes artistas de la historia del arte han creado obras alusivas o con referencias al tema de la Natividad de Jesús.
Para alguien nacido y criado en la cultura occidental, la representación de la Natividad es casi inmediatamente reconocible.
Pero, ¿por qué esta identificación inmediata?
Porque, a pesar de las diferencias de técnicas y estilos artísticos, de los diversos atrezos y paisajes, de la mayor o menor estilización de los personajes, hay símbolos y elementos iconográficos asociados a la Natividad de Jesús que identificamos inmediatamente.
A continuación veremos cuáles son esas representaciones iconográficas y cómo se han representado a lo largo de la historia del arte.
La Natividad
La Natividad representa el nacimiento de Jesús. Vemos representada a la Sagrada Familia: Jesús, María y José. El lugar debe ser un establo (se distingue por las estructuras de madera y los animales, normalmente un burro y una vaca) o, en el arte bizantino, una cueva. Hay una estrella muy brillante en el cielo sobre Jesús, o sobre el establo o la cueva.
La Natividad, Giotto di Bondone c.1304 – c.1306
Cabe señalar que sólo a partir del Barroco se empieza a incluir a José en la escena de forma más directa, por lo que hasta entonces se le representaba de forma algo separada. También se le representa progresivamente como un hombre de mediana edad, en contraste con la imagen del San José más anciano y canoso.
Natividad, Piero de la Francesca, 1470 – 1475, National Gallery
Puede saber más sobre las representaciones iconográficas y su análisis en nuestra sección de blog.
Descripción de la Natividad
Domenico Ghirlandaio, Natividad, 1485. La estructura de establo o cueva se sustituye aquí por ruinas clásicas.
De camino a Belén para un censo, Jesús nace en medio del viaje, en un pesebre, porque no encontraban otro lugar donde refugiarse. La Sagrada Familia se representa en un establo o cueva.
Algunos relatos dicen que María dio a luz en una cueva y luego, tras encontrar un establo, se sienta con Jesús y un buey/vaca y un asno le adoran.
El esquema de las composiciones puede situar a José más alejado, como dormido, y a María con Jesús, tumbada o sentada, en el establo/cueva.
María y José pueden colocarse como si estuvieran adorando al Niño.
La Natividad, Josefa de Óbidos 1650 a 1660. En esta pintura barroca se representa a San José adorando al niño y como un hombre de mediana edad
Iconografía de la Natividad
Estrella: anuncia el nacimiento del Salvador.
Estructura de madera para simbolizar el establo.
Buey/vaca significa bondad y fuerza pacífica, pueblo hebreo, sacrificio.
Asno significa humildad, los pueblos paganos.
Gallo (a veces presente): anuncia la llegada de la buena nueva, una nueva era.
Referencias
Lucas 2: 1-7;
Detalle de la cueva: Protoevangelio de Santiago 17-18;
Mención del buey/vaca y del asno: Pseudo Mateo 14; Isaías 1:3 (simbólicamente).
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