En Autorretrato con collar de espinas y colibrí Frida se muestra a la vez como alguien que ha sufrido mucho, pero que es profundamente poderosa.
Frida Kahlo
Frida Kahlo nació en México el 6 de julio de 1907 y es considerada una artista de enorme importancia, cuya historia personal es tan fascinante como su obra.
En este artículo analizaremos su Autorretrato con collar de espinas y colibrí , 1940.
Autorretrato con collar de espinas y colibrí
El punto central del cuadro Autorretrato con collar de espinas y colibrí es el rostro de Frida, representado como la artista había hecho tantas veces antes, con las llamativas cejas y el característico ceño fruncido.
El pelo, también como en otras obras, está recogido en un peinado tradicional mexicano, pero lo que más llama la atención de la representación del rostro de Frida es su mirada, que permanece dura y firme.
Esta firmeza en la mirada puede ser vista como una metáfora de su sufrimiento – vale la pena recordar que la vida de Frida está extremadamente ligada a su obra.
En 1939, un año antes de realizar este autorretrato, Frida se había separado de Diego Rivera, con quien mantenía un matrimonio muy conflictivo.
Autorretrato con collar de espinas y colibri
Como indica el título de la obra, Frida lleva un collar de espinas del que cuelga un colibrí.
En México, el colibrí es un símbolo de suerte en el amor; sin embargo, el colibrí del cuello de Frida está muerto.
Otro punto que podría ser una referencia a su relación con Rivera.
El collar de espinas hace referencia a la imagen cristiana de la corona de espinas que se le puso a Jesucristo. Según Stephen Farthing:
“Frida se inspira en la imaginería precolombina y cristiana para representarse a sí misma, combinando una figura parecida a la de Cristo con la de una diosa azteca.”.
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Los animales en Autorretrato con collar de espinas y colibrí
En Autorretrato con collar de espinas y colibrí Frida está flanqueada por dos animales: a la derecha, vemos un gato negro y a la izquierda, un mono.
Ambos están sobre sus hombros, y mientras el gato observa al colibrí, el mono está ocupado con el collar de espinas.
Aunque el gato negro se relaciona tradicionalmente con la mala suerte y el mono es un símbolo de lujuria, hay que tener en cuenta que durante su vida, Frida cuidó de varios animales, y que éstos aparecen a menudo en su obra.
La obra de Frida, fruto de su propia realidad
Las pinturas de Frida se asocian generalmente con el surrealismo, sin embargo, la artista no estaba de acuerdo con este marco.
Según ella, su arte era el resultado de su propia realidad y no de sus sueños.
De hecho, Frida sufrió mucho en su vida, tanto física como emocionalmente, y son estos dolores los que representa en su obra.
Puede conocer mejor a Frida en el artículo Frida Kahlo – una artista de la verdad.
La vida dramatica
A los 6 años, Frida contrajo poliomielitis, lo que le provocó un problema permanente en la pierna izquierda.
Cuando sólo tenía 18 años, sufrió un grave accidente de autobús, que le dejó graves lesiones y secuelas en la columna vertebral, el útero, las costillas y otras partes del cuerpo.
Emocionalmente, tampoco tuvo una vida muy tranquila: tuvo una relación problemática con el también pintor Diego Rivera, del que se divorció y volvió a casarse.
También tuvo algunos abortos, y todo ello quedó retratado en su pintura.
Su mirada, que se mantiene ante el observador de manera firme y concisa, es prueba de ello.
Nada diferente de la realidad de esta genial artista.