Poeta y dramaturgo. Actor y escritor. Hombre de teatro de su tiempo. Autor inmortal. Genio y leyenda. William Shakespeare es una de las figuras más interesantes y está considerado uno de los más grandes escritores de la humanidad.
Autor de obras memorables como Otelo (el moro de Venecia), Romeo y Julieta y El Rey Lear, William Shakespeare conocía a fondo el alma humana. Sólo así puede explicarse que, al explorar en sus obras los celos, el amor y la vejez, captara la naturaleza humana de forma tan esencial que se convirtiera en referencia para distintas obras de arte incluso tantos siglos después de su muerte.
Conozca a esta importantísima figura de la historia en el artículo de Rute Ferreira (autora de diversos cursos certificados en línea de Citaliarestauro).
William Shakespeare (1564 – 1616)
William Shakespeare nació en la pequeña ciudad inglesa de Stratford-upon-Avon, que en la época del escritor no debía tener más de mil quinientos habitantes, el 23 de abril de 1564.
¿Por qué «probablemente»?
No se sabe con exactitud cuándo nació William, pero se sabe que en su época existía una ley por la que los niños debían ser bautizados en el plazo de una semana desde su nacimiento, pero normalmente los padres no dejaban pasar ni tres días.
Esta ley se creó debido a la peste bubónica que asolaba Inglaterra en aquella época y a la elevada tasa de mortalidad infantil. La fecha de bautismo de William Shakespeare es el 26 de abril, lo que la convierte en el día 23 más probable de su nacimiento.
Royal Shakespeare Theatre, Bancroft Gardens, Stratford.. Creative Commons by David Dixon, 2011.
Para algunos autores especializados en la vida y obra del autor, William Shakespeare llegó a Londres a principios de la década de 1580, pero no están seguros del año exacto. Para otros, se sitúa entre 1588 y 1590.
Las primeras obras de William Shakespeare
Lo que sí sabemos es que fue entre 1580 y 1590 cuando escribió su primera comedia: La comedia de las equivocaciones, que no se representó hasta 1594.
La Comedia de las equivocaciones es una de las obras más divertidas de William Shakespeare, pero no se trata de reír por reír. En una serie de confusiones y malentendidos, dos parejas de gemelos se enfrentan a uno de los temas que más le interesaban al autor en aquella época: la búsqueda de su identidad y de su lugar en el mundo.
el teatro isabelino
Cuando William Shakespeare llegó a Londres, el teatro era la mayor forma de entretenimiento de la época, pero el teatro isabelino, llamado así porque Isabel era la reina del periodo, no comenzó hasta 1588, cuando ella derrotó a la «invencible armada española» y consiguió restablecer el caótico estado financiero y administrativo que ya duraba décadas.
Retrato de Isabel I
Fue en este escenario, por tanto, donde Shakespeare encontró su mejor oportunidad, observando e «imitando» lo que funcionaba bien en escena, lo que agradaba al público.
Teatros cerrados, miedo y confinamiento: la epidemia de 1592
Los cines están cerrados, la incertidumbre llama a la puerta. Crece la sensación de miedo, miedo a lo desconocido de la enfermedad, miedo a la propia muerte, miedo a perder a un ser querido. Para paliar el peligro, muchas personas se encierran en sus casas, con la esperanza de que la enfermedad atraviese sus puertas.
Hablamos de la peste en la Inglaterra de William Shakespeare en 1592, y no era la primera vez que el dramaturgo la padecía.
En 1564, el año de su nacimiento, la peste bubónica mató a muchas personas, y el mismo estado de calamidad se repitió treinta años después.
Sonetos
Durante el periodo de la epidemia (1592-1594), cuando se cerraron los teatros y él estuvo en cuarentena, William Shakespeare produjo sonetos. En aquella época, escribir para el teatro se consideraba una «ocupación menor», lo que debió de llevar al inglés a ejercitarse en la creación de estos elaborados versos.
Escribió Venus y Adonis en 1593 y La violación de Lucrecia en 1594, así como otras muchas que formarían parte de una serie publicada en 1609.
Frontispicio de Venus y Adonis. Fuente: Creative Commons
El autor dedicó los poemas Venus y Adonis y La violación de Lucrecia al conde de Southampton, quien parece que le agradeció el trabajo con dinero, ya que era conocido como un gran mecenas de las artes.
Y es probable que con este generoso agradecimiento Shakespeare se convirtiera en uno de los socios de los Chamberlain’s Men, una de las pocas grandes compañías que se restablecería tras la epidemia y se convertiría en uno de los mayores grupos teatrales de Inglaterra durante los cuarenta años siguientes.
La ascensión de una estrella
Fue a partir de 1594, con la apertura de los teatros y el regreso de los espectáculos a Londres, que el nombre de William Shakespeare comenzó a figurar en diversas nóminas de la corte, no sólo como autor, sino también como actor.
Bárbara Heliodora (2014) cree que Shakespeare no fue un gran actor, tal vez interpretando al Fantasma en Hamlet y al Rey Duncan en MacBeth, según la tradición oral.
La producción de Shakespeare es abundante, y dominaba con soltura obras históricas, comedias y tragedias, apoyándose en el poder del diálogo y en la construcción de personajes fácilmente amados u odiados.
Entre 1580 y 1610, se calcula que el autor produjo más de cincuenta obras, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días.
Su compañía, Chamberlain’s Man, llegó a ser una de las mayores de Inglaterra en aquella época.
